Resumen de El rayo de luna, de Gustavo Adolfo Bécquer
El rayo de luna es, quizá, la leyenda más famosa de Gustavo Adolfo Bécquer. Ésta cuenta la historia de Manrique, un noble romántico y solitario que se enamora perdidamente de la figura de una mujer, majestuosa y reluciente como un rayo de luna.
Esta leyenda es la pura definición de romanticismo, siendo el propio Manrique un héroe romántico, donde se pueden apreciar temas propios de este género como el amor, el subjetivismo y la evasión de la realidad.
Personajes de El rayo de luna
Personajes principales
Manrique: protagonista de la historia, un joven noble, poeta, soñador y solitario que sueña con la belleza de las mujeres. Iluso y sobrellevado por la soledad, Manrique cree ver una hermosa damisela perdida en la noche y se enamora perdidamente de esta aparición, llegando a obsesionarse con ella.
Personajes secundarios
Alonso de Valdecuellos: un viejo montero del rey que vive en soledad y está enfermo.
Resumen de El rayo de luna
El rayo de luna presenta a su protagonista, Manrique, un joven noble, muy soñador, que gustaba de escribir poesía y se encontraba cautivado por la soledad. Una noche, mientras Manrique paseaba entre las ruinas de un convento, creyó ver una bellísima mujer y hace lo imposible para seguir su rastro, sin éxito. Manrique queda prendado de esta hermosa y majestuosa figura, blanca como la pureza misma, e intenta alcanzarla desesperadamente para poder hablar con ella, pero no lo consigue.
Eventualmente, Manrique llega a una casa donde cree fervientemente que vive esta figura blanca y llama a la puerta, pero quien abre es Alonso de Valdecuellos, un viejo montero del rey que está enfermo. Manrique se marcha de allí, desilusionado.
Manrique se obsesiona con esta figura blanca, atónito por su belleza. Por ello, cada noche, cuando la figura blanca vuelve a aparecer, Manrique hace lo imposible por alcanzarla, pero la mujer siempre desaparece antes de que Manrique pueda hablar con ella. Frustrado y sobrellevado por la soledad, Manrique comienza su fantasía amorosa y se convence de que esa mujer es el amor de su vida.
Pasa el tiempo y Manrique no consigue tener ningún contacto con esa mujer. Sin embargo, convencido de que es la mujer que siempre ha querido tener, comienza a sentir un fervoroso amor por la mujer blanca y esplendorosa, fruto de su imaginación y sus fantasías. Todo esto le hace imaginar todas las cosas del amor por ella de forma obsesiva.
Entonces, una noche brillante de mucho esplendor en el cielo, Manrique, ciego del amor que se ha apropiado de él, cree ver a la mujer de sus sueños y sale de nuevo en su búsqueda sin pensárselo dos veces. Sigue su rastro hasta llegar al lugar donde había visto la figura blanca y majestuosa; un fuerte temblor de nerviosismo le invade y, con una gran carcajada, estalla al darse cuenta de que la hermosa mujer de tez blanca de la que se había enamorado no era más que un rayo de luna que se filtraba entre los árboles al moverse el viento.
Años después, Manrique sigue decepcionado y deprimido, y se muestra muy excéntrico ante todo lo relacionado con la vida y el amor. Para él ya no existe el amor y éste no es una realidad, sino que es una banal mentira fruto de nuestra imaginación. El amor nos hace felices porque la imaginación así lo quiere pero, en esencia, el amor es un rayo de luna que perseguimos con ahínco, presos de nuestra propia mentira, y al final desaparecerá ante nuestros ojos.
Opinión de El rayo de luna
El rayo de luna es una de las leyendas más conocidas de Bécquer, sino la que más. Esto se debe a lo interesante de su historia y a su intrigante reflexión final, que habla de que el amor no es sino una mentira creada por la propia mente, que busca desesperadamente una felicidad a la que aferrarse.
Esta es una leyenda preciosa, magnífica en la recreación de la locura. Manrique queda muy bien retratado, así como su lento descenso a la desesperación y la obsesión, llegando el propio lector a dudar de lo que es real y lo que no.
El rayo de luna es, quizá, la leyenda con la moraleja más palpable de las Leyendas de Bécquer. Un sueño perseguido con tanto anhelo para que al final resultase una ilusión; un sentimiento obsesivo que impide razonar y sólo te sume en la miseria. Una lección de vida: no perseguir quimeras, sino aquello que se haya palpado y visto con los propios ojos.
Última actualización: 19 abril, 2022
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