Resumen de El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez
Publicada en 1961, El coronel no tiene quien le escriba es una de las obras más célebres del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Se trata de una novela corta protagonizada por uno de los personajes más entrañables de la literatura hispanoamericana del siglo XX: el coronel.
El coronel no tiene quien le escriba forma parte de la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX según el periódico El Mundo. Si bien Márquez reconoció que fue una de las obras más simples que había escrito hasta la fecha, también lo llegó a considerar su mejor libro. Como buena obra de este autor, no faltan sus característicos saltos en la trama y realismo mágico.
Personajes de El coronel no tiene quien le escriba
Personajes principales:
El coronel: personaje principal de la obra. Se trata de un veterano de guerra de actitud ingenua y noble. Se trata de un hombre con mucha dignidad y firme defensor de la justicia, a pesar de haber sido abandonado por el gobierno después de sus servicios en la guerra.
La esposa del coronel: una mujer enferma que acompaña en la pobreza a su esposo. Es muy consciente de su situación económica y, en ocasiones, discute por esto con su marido, ya que parece no tomárselo todo lo en serio que debería, pero sigue siendo una compañera fiel.
Agustín: hijo del coronel y su mujer, un joven que murió asesinado por los esbirros del gobierno por estar vinculado con actividades clandestinas. Les dejó a sus padres un gallo de pelea en el cual el coronel deposita todas sus esperanzas para liberarse de la pobreza y la precariedad.
Sabas: amigo del coronel y padrino del difunto Agustín, un hombre que hizo tratos con el gobierno después de la guerra y ahora es comerciante, representando a la clase rica.
Personajes secundarios:
El abogado: un hombre a quien el coronel delega su caso de la pensión ante el gobierno.
El doctor: el médico del pueblo, un hombre que integra la red informativa en la clandestinidad política contra el régimen. Aconseja al coronel no hacer tratos con Sabas.
El administrador de correos: representa la burocracia con su carácter displicente, siempre subestimando la ansiedad del coronel al verle llegar cada viernes a la oficina.
Resumen de El coronel no tiene quien le escriba
Primera parte
El coronel, cuyo nombre y apellido nunca conocemos, es un veterano de guerra que sirvió a las órdenes de Aureliano Buendía, famoso personaje de Cien años de soledad. Vive con su mujer en la pobreza, en una modesta casa de la costa colombiana.
La historia comienza un día en el que el coronel se levanta temprano porque tiene que asistir a un entierro, el primero en los últimos veinte años por muerte natural. Su mujer no lo acompaña, ya que tiene asma y no sale de casa. El coronel se dirige a la plaza del pueblo, donde lo acompaña su compadre Sabas, el único que logró escapar a la persecución militar cuando terminó la guerra.
El coronel lleva quince años esperando una pensión a la que tiene derecho por haber servido en la Guerra Civil. Por esa razón, todos los viernes va a la oficina de correos del puerto para que le notifiquen dicha pensión, pues su situación económica no es muy buena y apenas tienen para comer. Además, conserva un gallo de pelea que perteneció a su hijo, Agustín, que fue acribillado en la gallera por dar información de forma clandestina, y en el pueblo creen que es el mejor gallo del distrito. Por eso, y por amor a su difunto hijo, el coronel conserva el gallo para futuras peleas, depositando en él todas sus esperanzas, aunque su mujer no está de acuerdo con el trato preferencial que recibe el animal.
La situación económica en la casa del coronel es terrible y, para empeorar las cosas, sigue sin recibir la notificación sobre la pensión. Desesperanzado, habla con los amigos del difunto Agustín, quienes le comentan sobre la próxima victoria del gallo y, gracias a ello, el coronel se fortalece. Luego de eso, su mujer le insiste en que cambie de abogado por el tema de la pensión, y el coronel accede.
El coronel redacta una carta en la que anuncia del cambio de abogado mientras se hunde en una ambientación lúgubre, ya que lleva toda la historia lloviendo y no tienen nada que llevarse a la boca. El día 2 de noviembre, la mujer del coronel lleva flores a la tumba de su hijo y sufre una recaída a causa del asma que la mantiene en cama varios días. Tanto ella como el coronel están raquíticos del hambre; de hecho, ni siquiera tienen comida para el gallo, y los amigos de Agustín deciden alimentarlo.
Sabas, el amigo del coronel, le propone entonces que venda al gallo de pelea, ya que le pueden dar hasta 900 pesos por él y, además, le ahorraría muchos problemas. El coronel decide preguntar de nuevo en correos por su notificación, que sigue sin llegar, y camina un rato por el pueblo sin saber qué hacer antes de llegar a su casa. Allí, su mujer decide ir a dar el pésame por el entierro con el que comenzó la historia, del que ya han pasad dos meses. El coronel y su mujer tienen una fuerte discusión debido a su situación económica, por lo que el coronel decide venderle el gallo a su amigo Sabas.
Segunda parte
Cuando llega a la casa de Sabas, el coronel se da cuenta de lo acomodado que vive él. Esto es porque Sabas llegó a algunos acuerdos con el gobierno después de la guerra civil, por lo que puede mantener varios negocios y disfrutar de una estabilidad económica digna.
El coronel regresa a su casa sin buenas noticias, ya que Sabas no quiere hacer tratos con él, pero su mujer se aconseja ser más firme y el coronel regresa de nuevo a casa de Sabas. Allí, éste le ofrece 400 pesos por el gallo y, además, un adelanto de 60 pesos hasta su regreso, ya que se iba de viaje. El médico del pueblo aconseja al coronel que no venda el gallo a Sabas, ya que él lo vendería de nuevo, pero más caro; sin embargo, como el coronel había descubierto que su mujer había empeñado sus alianzas de boda para comer, decide hacer negocios con Sabas.
Sabas se marcha de viaje, prometiéndole al coronel cerrar el trato a su regreso. Con el adelanto de Sabas, el coronel y su mujer reorganizan su vida. Por fin tienen comida que llevarse a la boca y el coronel incluso se permite unos zapatos nuevos. Un día, cuando el coronel iba de nuevo a correos para preguntar por su pensión, alguien le habla de un combate de su antiguo gallo y acude a la gallera, donde lo ve peleando con otro gallo más flaco y más triste. Cuando el nuevo dueño del gallo ve al coronel se justifica diciendo que éste no estaba en casa, pero el coronel, al sentirse tan vivo viendo al gallo peleando ante las ovaciones de los presentes, decide conservarlo y no venderlo.
Al final de la historia, la mujer del coronel observa anonadada cómo éste regresa a casa con el gallo en brazos. Le reprocha su actitud y tienen una discusión, de nuevo, por razones económicas. La mujer del coronel le pregunta qué van a comer ahora, a lo que el coronel responde con seguridad: "mierda".
Opinión de El coronel no tiene quien le escriba
El propio García Márquez dijo sobre esta obra: "Yo creo que es mi mejor libro, sin lugar a dudas. Además, y esto no es una boutade, tuve que escribir Cien años de soledad para que leyeran El coronel no tiene quien le escriba". Una frase que resume muy bien la simpleza de una obra tan entrañable.
El coronel no tiene quien le escriba refleja el sentimiento de desasosiego ante la espera, según el propio autor. La obra, breve, nos habla de la situación de un matrimonio que no tiene qué comer y esperan una buena noticia que nunca llega, desesperación que se agudiza con la constante tristeza de haber perdido un hijo. En este aspecto, el gallo de pelea representa la esperanza, cómo la energía y las acciones nos pueden hacer salir de una mala racha.
Con un protagonista entrañable y noble, El coronel no tiene quien le escriba reflexiona sobre la espera y sobre la integridad, ya que ésta puede tambalearse en un mundo donde los hombres como el coronel, con valor y principios, son abandonados y sustituidos por otros como Sabas, que representan la ambición y el hambre de poder, llegando incluso a pisotear a sus antiguos compañeros de lucha.
Como toda obra de García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba es una lectura poética, suave, que auguraba el poder de la pluma de quien se convertiría en uno de los mejores escritores de la literatura hispanohablante, culminando su carrera con Cien años de soledad.
Última actualización: 07 octubre, 2020
Lector empedernido y amante de la fotografía. Me encanta la literatura de fantasía y ciencia ficción. Escribo resúmenes, opiniones y reseñas para ayudarte a decidir tu próximo libro.
Pablo Navarro
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Hola, este libro representa muy bien a las familias pobres en Chile, siempre con la esperanza de algo mejor, pero nunca llega gracias al neoliberalismo que no deja emprender, solo oprime y engaña.
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